17.10.12

¿Piensas?

A menudo lo cotidiano nos depara alguna sorpresa inesperada (valga la redundancia). Escenas conocidas se transforman y acaban adquiriendo, aunque sea momentáneamente, un sentido trascendente. Esto mismo es lo que me ha sucedido al contemplar a mi infiel Leo, aquel samurái meditabundo que meses atrás os dejé aquí.


Fotografía: Alonso CM.

4 comentarios:

  1. Ambas retratos del tal Leo no son fotos vulagres, ¡son prosopopeyas gráficas!

    Un abrazo.

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  2. Coño, he tenido un lapsus de género, menos mal que no es de sexo... Léase "ambos" arriba.

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  3. Muchas gracias,Fernando. Como indica tu apellido, me das muchas moral.
    No te preocupes por el lapsus, ni me había dado cuenta, aunque lo de "vulagres", reconozco que lo he buscado en el DRAE.

    Un abrazo

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  4. Jo, em praece que tnego un porblema.

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