4.4.11

El despertar

                                                                            "...afirmó recio la mano y diome una gran calabazada"

Y yo que pensé que aquellos círculos parecían islas, y no eran más que ombligos rodeados por un enorme océano de indiferencia.

3.4.11

Deflagración

Un día cualquiera, anónimo, las mimosas abren sus ojos de luciérnaga y enseñan su amarillo solar.