3.3.10

Entrada triunfal

9.15h en todos los relojes. 
Chupa de cuero negro con clavos de plata, flequillo alborotado (cosas del temporal), cabeza altanera, media sonrisa en la comisura de los labios, sin picadores, público distraído. Son necesarios varios capotazos para centrar al toro de sus preocupaciones mundanas, silencio maestrante, expectación.
Sucesión de lances: Renacimiento, los clásicos, amor platónico, la eterna sinfonía de la “a” (A Dafne ya los brazos…), el paso del tiempo, la juventud, la belleza efímera, donna angelicata, Venus saliendo del mar, ojos claros, serenos, equilibrio, perfección, serenidad, Cristo de la Buena Muerte, rosa, azucena...
[Sones festivos al fondo: El gato montés]
Desproporción, caos, clavel, retorcimiento, el Cachorro…
[Murmullo de faena grande]
Locus amoenus, los hippies, la pátina del epíteto, orden, hipérbaton, líneas, la música…
[El toro, una y otra vez, sigue el engaño. Sucesión lírica de muletazos, ahora con la izquierda y por bajo. Bocas entreabiertas, jadeos de gustirrinín]
Collige, virgo, rosas, el ritmo armónico de melódicos y heroicos…
Por no hacer mudanza en su costumbre, la autoridad, pese al rechazo del respetable, me da un único aviso en forma de timbre para rematar la faena.
Cafetería, 10.40h. Puertas abiertas, miradas de asombro, paseíllo triunfal. Carmen, la camarera de pechos grandes y enhiestos, me recibe a porta gayola con un “buenos días” apoteósico.
[Ayes, muchos ayes: Ayyyy, si me dejaran…]
—Vaya cómo has entrado…
—Café con tostada, por favor.

3 comentarios:

  1. Tanto arrebato a primera hora... a ver si aguantas hasta la noche, seguro que sí. Disfruta, carpe diem, si te dejaran, sí, si te dejaran...
    Un abrazo.

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  2. ¡Qué poderío, torero! Con los alumnos que hay es difícil cortar orejas.
    Un saludo

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  3. Dos orejas y vuelta al ruedo.
    El rabo lo dejaremos para otros.

    Un abrazo... montera en mano.

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