A mí lo de claustro, por deformación profesional, me echa para atrás. Yo, modestamente, probaría con otra palabra: portal de la mañana, pórtico a la mañana o algo así. Un abrazo.
No quiero pensar en un derrumbe. Prefiero pensar en un derroche. Eh, Miradme, derroche como palabra qué potencia tiene para sugerir lo inmenso en poesía o para evocar lo más zafio en una noticia económica.
Gloriiosa, gracias y bienvenida a tu casa. Al menos lo he intentado, aunque no sé si lo he conseguido del todo. Escribir a veces implica a veces un gran esfuerzo. Un saludo.
Entiendo que no te guste la palabra "claustro" por las connotaciones laborales que desdes años sufres, pero para mí no. Es más, es la parte del poema que más me gusta. La visión de un claustro iluminado por el sol de la mañana me llena de positividad.
Fernando, estoy de acuerdo. Los claustros por la mañana, durante el recreo a ser posible. En mi instituto se hacen así muchas veces. Un abraza y gracias.
Ventana indiscreta, manchega, gracias por tus palabras, sobre todo vieniendo de una persona con tanto criterio como tú. Es un derroche, no un derrumbe.
Sugerente haiku, Miradme. Recoge perfectamente los tiempos felices, el amor huido. Poco y mucho.
ResponderEliminarUn saludo
A mí lo de claustro, por deformación profesional, me echa para atrás. Yo, modestamente, probaría con otra palabra: portal de la mañana, pórtico a la mañana o algo así.
ResponderEliminarUn abrazo.
Claustro en la mañana es ciertamente una imagen fabulosa, yo también se la diría a alguien.
ResponderEliminarUn abrazo
Pero Juan Antonio, Si todos los claustros deberían ser por la mañana...
ResponderEliminarCoñas aparte, me ha gustado el contraste entre el primer verso y los otros dos.
Un abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo quiero pensar en un derrumbe.
ResponderEliminarPrefiero pensar en un derroche.
Eh, Miradme, derroche como palabra qué potencia tiene para sugerir lo inmenso en poesía o para evocar lo más zafio en una noticia económica.
Lo tuyo es poesía.
Gloriiosa, gracias y bienvenida a tu casa.
ResponderEliminarAl menos lo he intentado, aunque no sé si lo he conseguido del todo. Escribir a veces implica a veces un gran esfuerzo.
Un saludo.
Entiendo que no te guste la palabra "claustro" por las connotaciones laborales que desdes años sufres, pero para mí no. Es más, es la parte del poema que más me gusta. La visión de un claustro iluminado por el sol de la mañana me llena de positividad.
ResponderEliminarGracias, Capitán, sé que tú me comprendes.
ResponderEliminarUn abrazo
Fernando, estoy de acuerdo. Los claustros por la mañana, durante el recreo a ser posible. En mi instituto se hacen así muchas veces.
ResponderEliminarUn abraza y gracias.
Ventana indiscreta, manchega, gracias por tus palabras, sobre todo vieniendo de una persona con tanto criterio como tú.
ResponderEliminarEs un derroche, no un derrumbe.
Un abrazo.
Claustro: recogimiento, paz, un mundo entre pocas paredes. El rumor de un jardín y la compañía deseada.
ResponderEliminarGracias a tu visita, recorro tus hermosas reflexiones. Volveré. Un abrazo
Qué imagen más plástica y melancólica... "Fuiste"
ResponderEliminarUn beso
Hermoso haiku. Muy, muy logrado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Coincido contigo, Miradme, al leerlo me he visto abrazado por un hermoso claustro medieval.
ResponderEliminarParece que los de Juan Antonio deben ser la repera...
Felicidades Miradme.
ResponderEliminarUn saludo.
Miradme, somos quehacer, transcurrir y como bien se entrelee por entre tus letras... tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo amigo,
en mi blog he dejado unas letras sobre esa maravillosa Torre que me saluda cuando me asomo a tu blog.
Nos leemos!!
Breve pero cargado de significado, me ha encantado este primer paseo que doy por tu blog.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias a ti, Virgi. Ha sido un placer leerte.
ResponderEliminarGracias, Alegre opinador.
ResponderEliminarAlejandro, cuando leva mmuchos años trabajando para Claustro y lógicamante todo lo que se asocia al trabajo acaba siendo negativo..
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Javier.
ResponderEliminarRuben, gracias por venir. A continuación me dirijo a tu magnífico blog.
ResponderEliminarUn abrazo
Bienvenido a tu casa, Du Guesclin. Es un placer tenerte aquí.
ResponderEliminarGracias