¿Dime robadora
que te mereci?
¿Qué ganas agora?
¡Que muera por ti!
Yo siempre sirviendo,
tú siempre olvidando;
yo siempre muriendo,
tú siempre matando.
Yo soy quien t’ adora,
y tú contra mí;
¿Qué ganas agora?
¡Que muera por ti!
Anónimo: Cancionero de Uppsala.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLo desconocía, es fantástica, gracias.
ResponderEliminarUn abrazo
Una preciosisdad. ¡Sí señor!
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Miradme, traes la verdad.
ResponderEliminar2010 !!!!!
ResponderEliminarNos ha robado el corazón con este poema ... existe un robador ...???
Gracias por compartirlo
Rosna
Es buenísimo, yo tampoco lo conocía.
ResponderEliminarMe ha encantado;-)
Yo, para llevar la contraria...Bueno, sublime y real como la lírica misma.
ResponderEliminarMe uno a quienes no conocían esta belleza. Muchas gracias.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Qué poco hemos cambiado con los siglos, amigo Miradme.
ResponderEliminarLa poesía de los cancioneros, sepultada por aquellos que la despachan de un plumazo hablando de tópicos, de encargos, de falta de sentimiento. Hay que leer más, ¿verdad, amigo? Y depués opinar. Grandes los cancioneros.
ResponderEliminarUn abrazo.