27.10.09

Un poema vivo

Pensaba esta mañana escribir acerca de cómo iban las madres que llevan a sus hijos al colegio, pero, por más que lo intentaba, no podía superar la imagen de un poema de Juan Ruiz que una y otra vez interfería en lo que deseaba escribir. Así que me fui a Internet a buscar el texto del maestro y compruebo, no sin sorpresa, que el poema estaba en youtube. Se trata de una versión de Javier Bergia que había sido vista por tan solo 195 elegidos. Siglos más tarde, la voz del Arcipreste se había colado por un agujerillo de la red. Flipante. Alguien al que le gustaba tanto el texto como a mí, lo había incluso cantado.
He de reconocer que, cada vez que leo el poema, más lo disfruto. Es un texto en verso que tiene un indudable valor lírico, narrativo y si me apuráis, teatral.
En él, el bueno de Don Melón expresa sus sentimientos al ver de lejos la belleza de Doña Endrina. Todo lo que tiene pensado se deshace por el nerviosismo que le crea su presencia. Inventa una excusa muy peregrina hasta que finalmente se queda solo con su amada y le expresa su quexura de amor.

P.D.: La exclamación inicial debería guardarse de modo obligado en el Banco de España.

Ay, Dios, e quán fermosa viene Doña Endrina por la plaça
¡Qué talle, qué donaire, qué alto cuello de garça!
¡Qué cabellos, qué boquilla, qué color, qué buenandança!
Con saetas de amor fiere quando los sus ojos alça.

Pero, tal lugar non era para fablar en amores;
a mí luego me venieron muchos miedos e tenblores:
los mis pies e las mis manos non eran de sí señores,
perdí seso, perdí fuerça, mudáronse mis colores.

Unas palabras tenía pensadas por le dezir,
el miedo de las conpañas me façian ál departir;
apenas me conosçía nin sabía por dó ir:
con mi voluntat mis dichos non se podían seguir.

Fablar con muger en plaça es cosa muy descobierta:
a bezes mal perro atado tras mala puerta abierta;
bueno es jugar fermoso, echar alguna cobierta;
ado es lugar seguro, es bien fablar cosa çierta.

«Señora, la mi sobrina, que en Toledo seía,
se vos encomienda mucho, mill saludes vos enbía;
si oviés lugar e tienpo por quanto de vós oía,
deséavos mucho ver e conosçervos querría.

Querian allá mis parientes cassarme en esta saçón
con una donçella muy rica, fija de Don Pepïón;
a todos dí por respuesta que la non quería, non:
de aquella seria mi cuerpo que tiene mi coraçón.»

Abaxé más la palabra, díxel que en juego fablava
porque toda aquella gente de la plaça nos mirava;
desque vi que eran idos, que omne aý non fincava,
començél dezir mi quexura del amor que me afincava.

Juan Ruiz: Libro de Buen Amor. Cátedra.

7 comentarios:

  1. Joder Miradme, más reblandecio la ternilla.

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  2. Una delicia el poema cantado Youtube. Gracias por el descubrimiento.

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  3. Y tan vivo el poema, no me extraña que la imagen volviese a ti continuamente.

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  4. Miradme, que espléndida es la versión musicada de javier Bergia. Tampoco la conocía (lo que se descubre en los blogs!)
    Como todos los clásicos, El libro de buen amor se disfruta más con la relectura. Y aunque los tiempos han cambiado sigue a ser un buen tratado, que don Amor a Ovidio leyó en la escuela:
    "Requiere a menudo a la que bien quisieres,/ no ayas miedo d'ella cuando tiempo tovieres"

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  5. Muy chulo, mi querido agente.

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  6. No te olvides de las madres, que nos dejas a medias.

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  7. Que volumen dedicado al amos, a su picaresca, a sus intenciones, a los desafíos: un turbión de versos este Arcipreste.

    Me causó sorpresa lo que pierde la traducción/versión del siguiente verso:

    Abaxé más la palabra, díxel que en juego fablava


    (Luego, hablando en voz baja, dije que disimulaba) Versión de María Brey Mariño-Castalia.

    Desde luego, me transmite más 'abaxé' y 'que en juego fablava'.

    Besos.

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