6.10.09

Un poema olvidado

Al final del paseo marítimo de Rota (Cádiz), en los costados de piedra encalada del Hotel Duque de Nájera, frente al mar, despreciado por los veraneantes, se encuentra un precioso poema escrito en un azulejo. Pertenece al escritor roteño Ángel García López. Como sabéis, se trata de un espléndido poeta con una larga trayectoria en el mundo de las letras y que ha sido galardonado en numerosas ocasiones (Adonais, Premio Nacional de Literatura…).
Aquí va. Si alguien no conoce Rota, os diré que la Costilla es el nombre de la playa donde se encuentra el paseo marítimo.

Palabras para colgar de una ventana rota
Este balcón da al mar.
Toco la espuma viajera, inagotable, de la orilla.
Sobre el balcón, volcado en la Costilla,
mis ojos dan al mar.
Lejos, la espuma dibuja un horizonte
que navega mi corazón.
Conozco cada grano de esa arena,
su nombre, su verano, su apellido.
Y el agua se me entrega
joven y dulce en la mañana.
Y canta su septiembre de sol.
En los cristales crece la flor de luz de los corales,
ruge lo azul de la escolar garganta del día.
Y aquel año, aquel desvelo que antaño fui, se asoma.
Y ve y en Rota esta ventana es mar,
y gaviota que le devuelve lo mejor del cielo.


Mester andalusí, 1978.

9 comentarios:

  1. Precioso poema, Leedme, digo Mirame

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  2. Leo con frecuencia ese poema. Veraneo en Rota desde el año en que nací, cuando mis padres me llevaron al Balneario, y hasta hoy, todos los años. Tierra de poetas; además de Ángel García, Felípe Benítez Reyes, entre otros. Lástima que las ventanas de Rota ya no son lo que fueron.

    Un abrazo.

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  3. "Conozco cada grano de esa arena,
    su nombre, su verano, su apellido". Qué belleza. Gracias

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  4. Julio, una de las funciones que más me gusta de los blogs es la de divulgar textos que otros no conocen. De hecho tú has hecho una bella reseña de un libro que tal vez no hubiera comprado nunca y que ahora voy a comprar.
    Un abrazo.

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  5. Ridao, me alegra que conozcas el azulejo. Por ello creo que entenderás el motivo por el que lo he seleccionado. El poema en ese lugar parece lleno de espuma.
    Un saludo.

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  6. A mí también me encantan esos versos.El poeta desde la distancia (esa arena) le da vida a su pasado.

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  7. La apuesta de cualquier veraneante hortera siempre es la tumbona, el sol, el chiringuito (los hay admirables), vamos, la misión de un tostador. Pero los parajes, su ritmo, su discordia, son sinónimos de conocer.

    Conozco cada grano de esa arena,
    su nombre, su verano, su apellido.

    En estos dos endecasílabos, Ángel García López escribe hondo y llano.
    Hermosos.

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  8. Leer a los poetas del sur me llena de luz y de color la mirada. Balcón, sol, flores, espuma, azules, corales...
    Leo a mis paisanos y es la lluvia, la niebla, la noche, el bosque con lunas, la piedra granítica, la pizarra... melancolía

    Me gustan estos contrastes.

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  9. Esta claro que el paisaje condiciona tanto a los poetas como a los lectores. A mí personalmente me encanta vuestro paisaje y vuestros escritores. El mundo literario, por ejemplo, de Valle-Inclán es inigualable.
    Pero, aunque haya diferencias y estas sean buenas y nos enriquezcan, con ellas, en el fondo los poetas acaban hablando de los mismos temas, los de siempre. Así, el poeta hace el poema desde la lejanía, desde la melancolía...
    Un abrazo, Shandy

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