20.10.09

Todos los años

Todos los años me sucede lo mismo. Llegan las primeras lluvias –aunque este año sean tardías– que nos anuncian la llegada del otoño (hasta ayer tuvimos 29 grados). Y siempre la evocación del verano como algo fugaz y efímero que no deseo que pase.

Movías el café mientras al fondo dos muchachos en bañador jugaban al billar. Fuera, a la sombra, un viejo dormitaba debajo de su sombrero de paja. La camarera de espalda curva, como de pez, me miraba con lascivia displicente, sabedora de que sus ojos hablaban más que su cuerpo. Al fondo, el arenal ardiente sostenía un anárquico entramado de pinchos y sombrillas. Siesta. Un velero recorre el horizonte de plata bruñida. Más cerca hidropedales con silueta de náufrago anclan en el mar sus cuerpos negros.
Sé que estos días de verano, lentos y alegres, los olvidaremos. Tal vez los nombremos. O tal vez no. Que estemos juntos, como ahora, que el mar siga siendo de plata blanca, nunca oscura. Ojalá volvamos a ser tan felices como ahora lo somos, o lo creemos, y que el velero vuelva a volar por el mismo firmamento de olas. Llegará la hora de partir y los dejaremos aquí. Lo sé.


P:D.: Mañana hablaré de lo sucedido este fin de semana y que me ha dejado malherido.

12 comentarios:

  1. Yo, por fortuna, creo que me adapto bien a estos cambios del tiempo. Lo que sí me jode es el inminente cambio horario.

    Y bueno, estaremos atentos a mañana...

    Un abrazo.

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  2. El incierno también es estupendo, el mar se traslada a los cielos.

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  3. Joe Miradme, deseo que mañana sea ayer. Y tu estrada es una nostalgia muy bella.

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  4. Javier, aquí estaremos para ayudarte. En cuanto al mar, que sea un recuerdo consolador y un futuro cercano.

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  5. Que cosa más bonita tu cosa (tu entrada, claro)

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  6. Juanma, yo también me adapto aunque este año me está costando bastante trabajo.
    Lo del cambio horario es otro tema. A mi tampoco me agrada. Podrían dejarnos vivir en paz y no cambiarnos tanto el paso.
    Un abrazo

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  7. Javier, qué te voy a decir. Tú a sabes de qué va la vida. El tiempo hay que detenerlo como sea.
    Un abrazo.

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  8. Capitán, qué bonita respuesta. Daría para un poema, piénsalo.
    Un abrazo

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  9. Jesús, el mar siempre está presente. Por algo se ha cargado de símbolos a lo largo de los años. Para mí es muy importante pues me recuerda a mi familia, la felicidad que se fue, lo constante y permanente. No sé, me has hecho pensar. Tengo que aclararme antes de seguir.
    Un abrazo

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  10. Julio, tú tendrías que saber que todo lo tengo bonito.
    Ja, ja, ja...

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  11. Y tras el café, un poso despierto donde hundir nuestra escéptica felicidad.

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  12. Placidez (café, siesta) fugacidad (velero-verano), nostalgia y un deseo de esperanza:ojalá.
    Me llegan nien esas sensaciones. Ese "Tú" las transmiten bien.

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