12.10.09

¿Qué nación?

En medio de esta vana polémica sobre si es necesario celebrar el día de la nación o el de las Fuerzas Armadas, se me ha venido a la cabeza una historia que me relató un antiguo compañero ya jubilado.
Hace unos años, un judío sefardí llegó a Toledo. Llevaba guardado en su equipaje una pequeña caja de madera muy deteriorada. En ella se escondía una llave y un plano muy tosco en el que aparecía marcada una calle y el número de una casa. Su familia, durante generaciones, había guardado la caja de madera con la esperanza de volver algún día a la casa de la que habían sido expulsados (que era suya o la sentía como suya).
Con el derecho que dan los siglos y el destierro, el judío encontró la calle y la casa que, milagros del tiempo, conservaba la misma numeración del siglo XV. Así, con esa magia que el destino posee, la puerta se abrió y entró. Al poco, llegó el dueño que, al encontrar a esta persona extraña, empezó a gritarle y a insultarle. El judío, en cambio, poseído del derecho adquirido por todos sus antepasados, le mostró el papel y la llave. El dueño, asombrado ante lo que veía, comprendió y acabó invitándole a almorzar. Aun sin poderse entender, ambos dueños, ambos toledanos, compartían la mesa con una sonrisa y el mejor vino de la casa.

No sé si la historia es real, pero puedo serlo. Si lo fuera, ¿qué sentido tendría el día de la nación? ¿No es la cultura quien establece lo que somos?

En homenaje a estos españoles os dejo un pequeño poema sefardita procedente de Sarajevo (Bosnia).



¿Por qué lloras, blanca niña?
¿Por qué lloras, blanca flor?
Lloro por vos caballero,
que vos vas y me dejás.

Me dejás, niña y muchacha,
chica y de poca edad.
Tengo niños chiquititos,
lloran y demandan pan.

Si demandan a su padre,
que repuesta les vo a dar?
metió la mano en el pecho,
sien dovlones le fue a dar.

¿Esto para qué m'abasta,
para vino o para pan?
si esto no vos abasta,
ya tienes d'onde tomar:

Venderés viñas y campos,
media patre de la sivdad.
venderés viñas y campos
de la patre de la mar.

Vos asperarés a los siete,
si no, a los ocho vos cazás,
tomarés un mancevico
que paresca tal y cual,
que se vista las mis ropas
sin sudar y sin manchar.

10 comentarios:

  1. Miradme, es curioso que haya polémica y sin embargo se hable siempre con admiración para casos como el que describes.

    Realmente el sefardita tiene una patria, en su alma hay una patria, que le da fuerza, y que le permite disfrutar con su compatriota.

    ¿Tal vez eso es patria?, ¿Por qué no somos conscientes de que es algo bueno?

    Un abrazo

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  2. Hay en nuestro país un empacho de nación y nacionalismos por parte de unos sectores que, sinceramente, me rechina. Un concepto como el de hermandad es el que deberíamos tener en cuenta. La cultura lo es todo. Antes se forjaban artes, letras con un sentido claro de asentar la forma de ser, concebir un pueblo. Ahora, no es que dude de la cultura, es que descreo de ella. Todo es muy fragmentario y sin poso, o esa es mi percepción. Y de las herencias tomamos poca nota.
    Perdón por este desfogue. Te dejo otra versión de 'Por qué lloras' que he subido a goear de la toledana Ana Alcaide para uso y disfrute:

    http://www.goear.com/listen/ab424f9/Por-que-lloras-ana-alcaide

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  3. Buen poema, buena entrada.

    El ejército como los caracoles, a chupar hasta dejar la cáscara.

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  4. Es cierto. El judío siente el calor de su patria, de su nación o de lo que sea. Creo que todos la sensación de pertenencia a un grupo, y el nexo de unión lo da la lengua, la palabra, las costumbres, las tradiciones y, definitiva, la cultura. Por eso, yo mismo, por ejemplo,cuando voy a Jaén, la tierra de mis padres, me siento como uno más pese a no vivir nunca allí. Sé como piensan, de qué ríen, como hablan.
    El problema está justo en el momento en el que los políticos empiezn a establecer límites sobre la sociedad o sobre sus influencias. Si recuerdas, hace 30 años en el resto de Andalucía no había odio a Sevilla, es más, se identifacaban con ella. Ahora, en cambio, desde que existe la Junta y el consabido poder autonómico, se han creado los localismos y los "nacionalismos".

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  5. Sinceramente, coincido contigo en casi todo aunque no he llegado a la fase de descreimiento de la que hablas.
    En el fondo, la situación actual es la un auténtico reino de Taifas, en donde lo que más interesa es lo que nos separa que lo que nosune, que es muchísimo. Estos político, me temo, no van a parar...
    Por cierto, preciosa la versión de Ana Alcaide. No la conocía.
    Un abrazo

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  6. Gracias, Javier. Veo que mantienes permanentemente el principio de la encimera.
    Un abrazo.

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  7. Precioso poema. En lo demás no entro, que después me llamas fachilla.

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  8. No te preocupes; Julio, que para fachillas ya tenemos a los sociatas del PSOE andaluz, a los del PNV, ERC y compañía. Vamos bien servidos con la fauna "nacional" (o, mejor, autóctona).
    Gracias

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  9. "En todas las casas cocen fabas. E na miña caldeirada" (En todas las casas cuecen habas, y en la mía caldeirada"). No me gusta el concepto de "patria" ni tampoco el de "nación", por el mal uso que se hace de ellos. Los nacionalistas excluyentes me tocan la zanfoña, tanto los españoles como los de mi tierra . Mi patria podría ser cualquier tierra que me acoja y en la que pueda ser feliz. Nacer aquí o allá, es una casualidad, pero de alguna manera marca.
    Sí tengo una "patria chica", unas raíces, tal vez un carballo, unos espacios de infancia y otra lengua (además del castellano) con la que expresar emociones y sentimientos que a veces resultan difícil de traducir.
    Creo en la "cultura" en un sentido amplio. Y que deben de preservarse las distintas maneras de manifestarnos porque es lo que podemos ofrecer a los demás. Ninguna "cultura" es mejor que otra y no me gusta la uniformidad.

    "Abajo todas las naciones,
    dijo aquella especie de mendigo.
    ¿Todas?
    Todas.
    Todas, excepto aquella
    que de buena sombra".
    (M. Rivas)

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  10. No es la primera vez que oigo historias parecidas a la que cuentas de Toledo.
    Me emociona imaginar cuánta gente habrá por estas tierras que comparta sangre con los que ahora andan tan lejos.
    Con la riqueza de mezcla que llevamos en nuestro ser y qué poco conscientes somos, me refiero al plano mas profundo del pensamiento y del sentimiento.

    Un abrazo

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