22.4.09

Luz de poniente


La luz de poniente empieza a apagarse como un brasero de carbón. Solo las rocas abren sus ojos ocres entre la vegetación dormida. Las luces de las casas se encadenan como estrellas y la bruma marina borra límites y relieves. Mientras, el mar profundo se afana en azularse perseguido por la seda negra de la noche. (Si la eternidad existe, se la llevará el sol entre sus brazos).
En este teatro de luces, la luna sacará su cimitarra blanca y todo se confundirá a su alrededor. Así, día tras día, milenio tras milenio… y el camino andado se desvanecerá lentamente sin que la marea nos deje volver.

9 comentarios:

  1. Preciosa entrada, Miradme...No sé qué decir; estoy alucinado

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  2. Fantástico, de principio a fin.
    La eternidad, amigo, es leer cosas como esta.
    Un abrazo.

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  3. Ante las obras de arte sólo nos queda una opción: guardar silencio ante la plenitud que nos muestran. Gracias por invitarme al silencio con tus palabras.

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  4. Hola Miradme, con tu permiso, llego aquí desde "Los días de mis noches", preciosa la foto y maravilloso el texto...y lo que él hace reflexionar.

    glup!

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  5. Muy bello y relajante. Me encanta.

    Un abrazo.

    Pd. "Si la eternidad existe, se la llevará el sol entre sus brazos", es genial.

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  6. Gracias a todos por vuestras palabras. Después de leerlas, me habéis levantado la moral. La verdad es que llevaba una semana un poco puñetera.
    –Julio y Juan Antonio, creo que no sois muy objetivos, algo habréis tomado… Tantas justas literarias…
    –Rubén, creo que, en el fondo, cuando contemplamos una obra de arte (una puesta de sol, un cuadro, un poema…), nos estamos viendo a nosotros mismos. Son como espejos.
    En cuanto al silencio, coincido contigo. Después del sobrecogimiento que produce su contemplación, no cabe otra alternativa que enmudecer.
    Me alegro de tenerte aquí.
    –Pez payaso, aquí no hay que pedir permiso, entras directamente en tu casa.
    Me alegro de que te haya gustado. Supongo que a todos nos haya hecho reflexionar una puesta de sol, es inevitable.
    –Javier, bienvenido. Coincido contigo en la frase seleccionada. En el fondo, la eternidad solo existe en lo momentáneo, en el disfrute de esos instantes interminables.
    Un abrazo y gracias por visitarnos.

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  7. Permiso ,puedo mirar al menos ... su Bitácora ?? y veo esta entrada con ese atardecer , un sol que cae abrazando la montaña y coronando su puesta besando el agua ... instantes único , irrepetibles pero nutren el alma .
    Le dejo un cálido saludo desde la isla .
    La eternidad existe .... porque existen los milagros ...
    Rosna

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  8. Si no nos deja volver, habrá que gozar esos crepúsculos ahora.

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  9. Rosna, aquí no tienes por qué pedir permiso. Si no fuera por estos pequeños grandes momentos la vida sería muy gris.
    Un saludo para tu isla.
    Por cierto... la foto pertenece también a una isla.

    Jesús, gracias a dios, todos los días hay un crepúsculo, que no es poco.

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