25.4.09

Ítaca al fondo

Después de leer la entrada de hoy de Ah de la vida, me he atrevido a escribir algo sobre Ulises y su regreso. Aquí va.

¿Qué pensó Ulises cuando la marea de la emoción le subía a la garganta? Los ojos llenos de recuerdos, en cada arruga una cala de años, un vacío de pueblos blancos que se agarran a la piedra.
¿Qué imaginó? ¿Qué soñó al regresar? Todo era distinto, pero todo igual, como el olor impregnado en el hocico de Argos: los años, las horas, la lucha por la vida y el pago amargo en una flecha de rabia.
¿Qué recordó cuando lo dioses le llevaban hacia las luces de Penélope? ¿Qué fuego asoló su cuerpo cansado?
Ulises, ruega que los mares te concedan la compasión de la brisa, la tenacidad del olivo y la mansedumbre de Ítaca.

4 comentarios:

  1. Gracias por tu mención, amigo.
    "La tenacidad del olivo", qué gran imagen. El párrafo final es, sin duda, de antología, el remate perfecto a una muy buena entrada.
    Un abrazo.

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  2. Imaginablemente hermoso su relato sobre Ítaca , ese maravilloso viaje mítico de Odiseo , es una exquisita visión de la vida , un recorrido ,un camino a la experiencia abierta con todos los goces , contratiempos y la adquisición de conocimientos . Me trae a la memoria los versos de mi admirado Konstantino Kavafis .
    " Ten siempre en tu Mente a Ítaca ,
    llegar ahí es mi ... destino ...
    Ítaca no me engaño ...
    Buen fin de semana !!!
    Rosna

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  3. La antología del eterno retorno...
    Buena entrada, Miradme.

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  4. Dudó tanto Ulises en regresar, fueron tantas las tentaciones que tuvo en su viaje, que el nudo en la garganta era más y más.

    Un fuerte abrazo, y un post muy conmovedor.

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