Hay días que el decodificador de ONO que nos suministra la señal de televisión se entristece tanto que deja de enviar la señal de audio o de vídeo, según tenga el día.
Entonces, alguno de nosotros ha de levantarse y darle un cariñoso empujón para que se sienta querido y no se olvide de que su vida está unida tanto a nosotros como a un nuevo euroconector instalado hace un mes (otro triángulo amoroso). El anterior euroconector no pudo soportar eternamente la intensidad de su relación digital.
Una vez más, la vida, el amor y los empujones.
P.D.: Lo peor de todo es que ahora tengo que corregir exámenes y me encuentro desconectado.
La vida, el amor, los empujones... ¿por ese orden?
ResponderEliminarLa vida y los empujones. Todo lo demás son añadidos superfluos, cuando no molestos.
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