Conchas y verdes líquenes salados,
los dormidos cabellos todavía,
al de una piedra sueño, traje umbroso
vistiendo estaban, cuando desvelados,
cítaras ya, esparcidos,
por la del viento lengua larga y fría
templados y pulsados
fueron y repetidos
que el joven caminante su reposo
vio, música segura,
volar y, estrella pura,
diluirse en la Lira, perezoso.
los dormidos cabellos todavía,
al de una piedra sueño, traje umbroso
vistiendo estaban, cuando desvelados,
cítaras ya, esparcidos,
por la del viento lengua larga y fría
templados y pulsados
fueron y repetidos
que el joven caminante su reposo
vio, música segura,
volar y, estrella pura,
diluirse en la Lira, perezoso.
Rafael Alberti, Soledad
Tercera.
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Fotografía: Alonso CM. |