1.6.09

Soy bético

Soy bético, pero no lo fui siempre. De niño fui del Ath. de Bilbao, porque mi padre también lo era. Aunque me caía muy bien, hasta los once o doce años no me sentí bético. Con los años, ya en el instituto, unos amigos me invitaron a algún partido. Disfruté tanto que acabé sacándome el carné al año siguiente. Así, hasta ahora, más de 25 años. Con decir que tengo el carné de socio n.º 1156, lo digo todo.
Durante los primeros años, entre la cara de niño que tenía y el afeitado profundo al que me sometía, pasaba por ser un juvenil. Más tarde ingenié un sistema para mantener eternamente la juventud: fotocopiaba el DNI y, mientras estaba caliente la copia, borraba el último número y anotaba el que correspondía (entonces los DNI se escribían a mano). Después lo volvía fotocopiar. El resultado era muy eficaz. Así hasta que la barba y el bigote se manifestaron.
Pero, hoy no voy a hablar más de mí, ni del sentimiento bético (ser bético es un sentimiento complejo percibido de formas muy diferentes). Tampoco voy hablar del fatalismo bético, que existe (vaya que si existe) ni de el sistema tiránico al que está sometido, ni de los colores, ni de los 365 días (o años) de infierno que se nos avecinan, sino de los sentimientos de ayer: tristeza, mucha tristeza. Los más niños y jóvenes rompieron a llorar, a resoplar, a preguntar si era verdad, a romper su incredulidad. Los más veteranos solo nos mirábamos y esbozábamos una lacónica mueca de asentimiento: Ya´stá. Al rato, las explicaciones ontológico-deportivas, los culpables, los acusados, los de siempre (porque siempre están los mismos desde hace décadas) y el ya´stá.
Después, como en otras “catástrofes”, nos tocó a los más veteranos consolar a los hijos, a los compañeros de asiento, a todos. Al fin y al cabo, ya hemos descendido a muchos infiernos en la vida y qué importa uno más. Lo peor fue tener que darle sentido a las camisetas regaladas en reyes, al barro deshecho de los ídolos, a la insignificancia del fútbol, al fracaso colectivo. Sin duda, un día del que aprendimos todos y del que nos acordaremos cuando ganemos la quinta Copa de Europa y la octava liga. Tiempo al tiempo. ¡Tiembla Europa, volveremos!
Musho Betis.

P.D: Desde hoy creo una nueva etiqueta.

7 comentarios:

  1. Hola Miradme. Te felicito y me siento orgulloso de ti.

    Yo soy del Cádiz. pero tengo hijos béticos y otros sevillistas.

    Y ayer estuve en el campo del Betis, con mi hijo mayor.

    Y no veas.

    Me ha gustado tu entrada, tan personal y vivida.

    Lo dicho, un fuerte abrazo, y espero, de verdad, que el año que viene por estas fechas, en otra entrada digas "YA ESTAMOS EN PRIMERA".

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  2. Miradme,coño, quiero llamarte porque hoy te lo has ganado, porque has conseguido emocionarme y porque yo ayer también vi a mi hijo Nacho con las lágrimas saltadas, porque somos amigos desde hace muchos años, hermano.

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  3. Volved pronto: la vida no es la misma sin vosotros en primera. De corazón, lo sabes.

    Un abrazo, también para vuestros hijos.

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  4. Te queremos Juan Antonio, te queremos.

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  5. Anónimo3/6/09 12:41

    Mi más sentido pésame.
    Esta recreación me ha gustado mucho.

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  6. Muchas gracias a todos por vuestro apoyo en estos momentos tan jodidos para los béticos.
    Javier, si estuviste allí, creo que me habrás entendido a la perfección. Yo también espero hacer esa entrada...
    Julio, sé lo que pienses y conozco a Nacho. ¡Ya me lo imagino!
    Juan Antonio y Octavio, agradezco vuestro detalle, siendo como sois de la otra acera. Ya hablaremos de los mensajitos, que el caminito es largo.
    Un abrazo a todos

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