Más claro cada vez el son se oía,
de los pastores, que venían cantando
tras el ganado, que también venía
por aquel verde soto caminando;
y a la majada, ya pasado el día,
recogido le llevan, alegrando
las verdes selvas con el son suave
haciendo su trabajo menos grave.
Garcilaso de la Vega: Égloga III.
Fotografía: Alonso CM. |
Sólo el cielo sabe de la vastedad del universo. Y las cercas algo han oído.
ResponderEliminarFantástica.
Besos
Gracias, Virgi. He tenido suerte y al cielo lo he cogido desprevenido. Algo tramaba.
ResponderEliminarUn abrazo