25.5.09

El espino rojo

Enfermo de amor, el espino buscaba la amapola. Presentía su hermosura entre la verdura del río y un inmenso rescoldo de retamas.
A todos preguntaba, pero todos le mentían: “Se la llevó el trigo”, “Se abrazó al olivo”.
Loco de soledad, perdido en la ribera, sintió que sus espinas cortaban la fragilidad de su talle, que moría de muerte, se moría.
Aun así, la amó con los cuchillos del alma, con la amarga savia de sus hojas, hasta que la seda de sus pétalos se tornó oscura.
Hay quien dice que la belleza de la rosa nació del deseo imposible del espino y del rojo ensangrentado de la amapola. Otros, en cambio, cuentan que el aroma fugaz de la rosa recuerda el fragor de la retama, los celos del trigo y la sombra del río.

9 comentarios:

  1. "la rosa nació del deseo imposible del espino", me quedó con esta frase... genial!
    Desde lo leído aquí, te comento que tengo una entrada sobre el porqué de la rosa llamada "¿Por qué pensar? II", creo que te podría gustar leerla.
    Un abrazo.

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  2. Muchas gracias a los dos. Reconozco que la entrada la he escrito al dictado, sin apenas corregirla.
    La historia se me ocurrió al recordar el famoso poema de Antonio Machado "A José María Palacio" en el que el poeta le pide a su amigo, desde la distancia, que le lleve a su joven amada (muerta prematuramente) unas rosas a su tumba. Os recuerdo que el cementerio se llamaba El Espino:
    "Con los primeros lirios/ y las primeras rosas de las huertas,/ en una tarde azul, sube al Espino,/ al alto Espino donde está su tierra..."

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  3. Rubén, claro que la visitaré.
    un abrazo

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  4. Hola Miradme...que bella tu entrada...quiero ser esa rosa nacida de un maor imposible...tus palabras siempre me hacen sentir.

    glup!

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  5. Eterno, Miradme, eterno.

    La amapola, es el corazón dolido del olvido.

    Un abrazo fuerte.

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  6. Precioso. Un punto más y hubiera sido maricineo puro, pero te has parado a tiempo.
    Un abrazo, cetiniano amigo.

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  7. Gracias a todos y perdón por no responder antes. Son los problemas de la vida moderna: el puñetero trabajo. Sin darme cuenta ya es jueves por la noche.

    Volviendo a la entrada, os doy de nuevo las gracias a todos.

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