El día, la hora y el sitio solo se deben al bueno de Juanra. El día de los difuntos, sin coñas, haciendo una ruta interminable en Grazalema, nos sorprendió la niebla y la noche al mismo tiempo. Fue el momento elegido por el espíritu de Juanra para mezclar los ejes espacio-temporales y acabar en mitad de una de las composiciones de Platero y yo... Lo demás ya lo ves...
Muchas gracias, Rubén. Me alegra mucho volver a leerte. Aunque estoy un poco apartado de los blogs, al menos en cuanto a las visitas, te sigo en la distancia.
Fue el fantasma de Juanra el que dijo dónde y cuándo hacer la foto. ¡Confiesa!
ResponderEliminarJejejeje... Buena idea para un micro, sí señor.
ResponderEliminarEl día, la hora y el sitio solo se deben al bueno de Juanra. El día de los difuntos, sin coñas, haciendo una ruta interminable en Grazalema, nos sorprendió la niebla y la noche al mismo tiempo. Fue el momento elegido por el espíritu de Juanra para mezclar los ejes espacio-temporales y acabar en mitad de una de las composiciones de Platero y yo... Lo demás ya lo ves...
Un abrazo
Hermosísimo, es que Juan Ramón es mucho poeta. ¡Un saludo!
ResponderEliminarRubén.
Muchas gracias, Rubén. Me alegra mucho volver a leerte. Aunque estoy un poco apartado de los blogs, al menos en cuanto a las visitas, te sigo en la distancia.
EliminarUn abrazo