Chocan las olas negras de la
noche
sobre el breve espigón de aquella
tarde.
El día, como un cómico
patético
que finge desenlaces
sorprendentes,
se sumerge en sus últimas
certezas.
El público, apremiante
mentiroso,
con impostado asombro
memoriza
las últimas escenas, el sonoro
eco de los aplausos, el silencio...
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