¿Piensas?
A menudo lo cotidiano nos depara alguna sorpresa
inesperada (valga la redundancia). Escenas conocidas se transforman y acaban adquiriendo,
aunque sea momentáneamente, un sentido trascendente. Esto mismo es lo que me ha
sucedido al contemplar a mi infiel Leo, aquel samurái meditabundo que meses
atrás os dejé aquí.
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Fotografía: Alonso CM. |
Ambas retratos del tal Leo no son fotos vulagres, ¡son prosopopeyas gráficas!
ResponderEliminarUn abrazo.
Coño, he tenido un lapsus de género, menos mal que no es de sexo... Léase "ambos" arriba.
ResponderEliminarMuchas gracias,Fernando. Como indica tu apellido, me das muchas moral.
ResponderEliminarNo te preocupes por el lapsus, ni me había dado cuenta, aunque lo de "vulagres", reconozco que lo he buscado en el DRAE.
Un abrazo
Jo, em praece que tnego un porblema.
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