¿Podemos considerar ya las etiquetas de los chalecos y camisas como un nuevo género libresco? ¿Se les ha de conceder un carácter enciclopédico dado el número de páginas e información que acumulan?
¿Estamos ante un nuevo soporte tan revolucionario como el digital? ¿Por qué no les ponen pastas a las puñeteras etiquetas o les adjuntan un lote de magdalenas? ¿Y el suajili? ¿por qué no las traducen al suajili o al bantú meridional?
¿Podrían definirse como composiciones líricas por el estímulo de la sensibilidad epidérmica de los lectores?
¿Estamos ante un nuevo soporte tan revolucionario como el digital? ¿Por qué no les ponen pastas a las puñeteras etiquetas o les adjuntan un lote de magdalenas? ¿Y el suajili? ¿por qué no las traducen al suajili o al bantú meridional?
Yo he visto algunas que precisan de cinta de punto de lectura.
ResponderEliminarMe ha gustado lo de la lírica, aunque por la hinchazonabilidad que provocan yo las situaría más en el terreno de la diatriba. En fin, cosas de la globalización empresarial.
ResponderEliminarUn abrazo.