Frase lapidaria del peluquero de mi mujer, un homosexual encantador, trianero, cofrade, feriante y rociero en trámites de divorcio: "Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos".
Lisset, la frase, aunque es evidente, en la práctica refleja que socialmente somos tildados de una u otra forma y que, hagamos lo que hagamos, nuestros actos son vistos de esa manera. Es el viejo tópico de las etiquetas. Un abrazo y gracias por entrar.
Siempre me pregunté el por qué de llamar a una frase viva, alimentada de vida 'lapidaria' cuando el pronunciarla, escribirla o pensarla para nada tiene que ver con el triste epitafio.
¿Pedro el Cruel ou Pedro o Xusticiero? Ai, depende da ollada de quen califique, santiño, dixo con moito tino un destas terras. Líbreme o demo da maldade dos bos e dos malos.
Gran frase y muy cierta .Besos a los dos
ResponderEliminarGracias, anónimo. Pero los besos, ¿para quiénes son? Para el peluquero y su marido?, ¿para mí y el peluquero? ¿para mi mujer y el peluquero?
ResponderEliminarLa frase parece la versión trianera del yin y del yan.
ResponderEliminarDe todas formas, ¿cuál es el bueno? ¿el peluquero o su marido?
Nadie es blanco o negro, todos nos paseamos por la vida en la gama de los grises. Un abrazo.
ResponderEliminarLlegar a esa conclusión tan "lógica" implica haber sufrido alguna decepción con algún bueno no tan bueno, o alguna sorpresa con algún malo menos malo.
ResponderEliminarSólo se puede ser tan sabio después de haber vivido en primera persona los efectos de la gama de los grises.
Lisset, la frase, aunque es evidente, en la práctica refleja que socialmente somos tildados de una u otra forma y que, hagamos lo que hagamos, nuestros actos son vistos de esa manera. Es el viejo tópico de las etiquetas.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por entrar.
Clara, pues sí que me ha gustado lo del yin y el yan. Según el peluquero el malo era él, pero ya sabes "unos cardan la lana y otros...
ResponderEliminarUn saludo
Teresa, pues sí. Los perfectos acaban hacieéndote infeliz, una vez más.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por tu visita.
Siempre me pregunté el por qué de llamar a una frase viva, alimentada de vida 'lapidaria' cuando el pronunciarla, escribirla o pensarla para nada tiene que ver con el triste epitafio.
ResponderEliminar¿Pedro el Cruel ou Pedro o Xusticiero? Ai, depende da ollada de quen califique, santiño, dixo con moito tino un destas terras.
ResponderEliminarLíbreme o demo da maldade dos bos e dos malos.
Ñoco! que cierto es. Una frase lapidaria.
ResponderEliminarEs que los colores puros no existen, igual que los calificativos...debe ser el gris lo que más abunda...
ResponderEliminarUn abrazo