Hasta hace un rato pensaba que en la vida había pocas cosas tan eternas como una hipoteca, pero acabo de recibir un mensaje del móvil que me confirma que me han pasado al cobro la penúltima mensualidad. ¿Ya han pasado quince años? ¿Seré eterno?
¿Me aplicará el banco alguna cláusula críptica que me obligue a seguir pagando las próximas reencarnaciones? ¿Les afectará a mis tataranietos?
Tiene que haber gato encerrado, no me fío. Lo mismo mi expediente no lo encuentren. La hipoteca se la pedí al Banco Hipotecario, que luego, por arte de magia, fue Caja Postal, más tarde Argentaria (por hacer un guiño a los clásicos) y momentáneamente BBVA. Esto me recuerda a los trileros de la calle Sierpes.
¿Me aplicará el banco alguna cláusula críptica que me obligue a seguir pagando las próximas reencarnaciones? ¿Les afectará a mis tataranietos?
Tiene que haber gato encerrado, no me fío. Lo mismo mi expediente no lo encuentren. La hipoteca se la pedí al Banco Hipotecario, que luego, por arte de magia, fue Caja Postal, más tarde Argentaria (por hacer un guiño a los clásicos) y momentáneamente BBVA. Esto me recuerda a los trileros de la calle Sierpes.
P.D.: Perdonad mi ausencia pero deberes familiares inexcusables no me han permitido ni permitirán en los próximos días leer vuestras entradas.
nada, nada, es el momento de rehipotecaarte, sin hipoteca no se puede vivir, te lo digo yo.
ResponderEliminarUn abrazo
La verdad es que es sí, Capitán. Tú ya sabes: "Del roce viene el cariño" ylos bancos son muy cariñosos.
ResponderEliminarUn abrazo
¿No será la eternidad el cuento de nunca acabar?
ResponderEliminarY la terminarás de pagar en el BBVABSCH.
ResponderEliminarEspero que los asuntos familiares no revistan gravedad. Ya sabes, primero la devoción y luego la obligación.
Un abrazo y hasta la próxima.
Tenemos que celebrar el fin de la hipoteca con unas birras, Miradme.
ResponderEliminarLa eternidad tan aérea ella, la eternidad y un día, éso sólo ocurre en algunas películas. Con la hipoteca, la eternidad torna en aversión terrestre. 5 años, si no he echado mal las cuentas. A mí.
ResponderEliminarBesos.
Ahora te vas a sentir vacío. Corre a un banco fusionado a llenarte de nuevo.
ResponderEliminarEspero que todo vaya bien. Un abrazo.
Bienvenido, Tempero.
ResponderEliminarLa eternidad tiene mucho de absurdo, de mito de Sísifo, de ciclos que empizan y terminan sucesivamente. Uf, creo que se me ha ido la cabeza...
Un abrazo
Alejandro, con esto de la crisis ninja, lo mismo le tengo que pagar la hipoteca a uno de estos.
ResponderEliminarGracias por tus palabras. Han operado a mi madre hace unos días (un aprótesis de rodilla) pero parece que todo marcha bien.
Gracias
Amigo bellotero, ya daremos cumplida cuenta en forma de cruzcampo y, por supuesto, aceitunas para todos, qué haya alegría.
ResponderEliminarUn abrazo
Ridao, lo que se dice vacío no es la palabra. si te digo la verdad lo que me apaetece es darle un corte de mangas al banco, pero el pobre empleado no tiene la culpa de nada. Otra opción es ir al mear a la puerta de la entidad al modo Damaso Alonso cuando reivindicó la figura de Góngora.En cualquier caso se admien sugerencias.
ResponderEliminarUn abrazo
Me parto con el primer comentario: "nada, nada, es el momento de rehipotecarte, sin hipoteca no se puede vivir, te lo digo yo" xD
ResponderEliminarSin duda, te daré el mismo consejo!
Un saludo
Vete cambiando de casa.
ResponderEliminarY por cierto, ¡tú te lo pierdes!
Ay, que tembleque con los papeles y la letra pequeña de los bancos. Cuando yo acabé de pagarla, bajaban los intereses, y el banco trataba de convercernos de que nos convenía seguir manteniéndola porque Hacienda nos retendría menos. Quita, quita. Cuantos menos tratos con los bancos, mejor.
ResponderEliminarEn estos momentos hay hipotecas que heredarán los hijos y puede que los nietos. ¿Compensa?... No sé. Los alquileres de casas decentes siguen siendo carísimos.
Un abrazo