20.6.13

Florecer de lumbres



Árboles altos

¡Abiertas copas de oro deslumbrado
sobre la redondez de los verdores
bajos, que os arrobáis en los colores
májicos del poniente enarbolado;
en vuestro agudo éstasis dorado,
derramáis vuestra alma en claras flores,
y desaparecéis en resplandores,
ensueños del jardín abandonado!

¡Cómo mi corazón os tiene, ramas
últimas, que sois ecos, y sois gritos
de un hastío inmortal de incertidumbres!

¡Él, cual vosotras, se deshace en llamas,
y abre a los horizontes infinitos
un florecer espiritual de lumbres!
                                Juan Ramón Jiménez


4 comentarios:

  1. Pues sí que parecen llamear esas copas!!!
    Besos

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  2. Virgi, el efecto de la luz procede de los reflejos del Sol en el río Guadalquivir que estaba a mi espalda.
    Un beso

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  3. Hay poetas a quienes no hay manera de devolverles un mechero, por mucho que uno lo intente...

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  4. Jajaja. Es un crack, Enrique.
    Como no me fío de que me robes la inspiración, mejor te contento con el mechero.
    Un abrazo

    P.S.: ¡Qué buena tertulia tuvimos!

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