Fernando, según el axioma fotográfico-político, quien se mueve no sale en la foto y los pastores son, de por sí, de culo inquieto. En mi caso, soy más de Juan del Enzina y su Égloga de Fileno, Zambardo y Cardonio.
Sofía, reconozco que el género bucólico está anticuado, pero a mí me vuelve loco. La mezcla de lo intelectual con la rudeza natural sigue siendo un acierto: "busquemos otro llano, busquemos otros montes y otros ríos...". ¡Viva Garcilaso y su maestro Virgilio!
No veo a Grisóstomo a la sombra de los pinos. ¿O es que estaba al otro lado de la cámara?
ResponderEliminarUn abrazo.
Hermoso rebaño entre pinos piñoneros. Rescatemos a Virgilio.
ResponderEliminarHay campos preciosos, los que más me gustan son los que todavía no han sido explotados por las personas ni siquiera con un ladrillo,
ResponderEliminarhuele, huele a campo...
Fernando, según el axioma fotográfico-político, quien se mueve no sale en la foto y los pastores son, de por sí, de culo inquieto.
ResponderEliminarEn mi caso, soy más de Juan del Enzina y su Égloga de Fileno, Zambardo y Cardonio.
Perdona por no contestar antes.
Un abrazo
Sofía, reconozco que el género bucólico está anticuado, pero a mí me vuelve loco. La mezcla de lo intelectual con la rudeza natural sigue siendo un acierto: "busquemos otro llano, busquemos otros montes y otros ríos...". ¡Viva Garcilaso y su maestro Virgilio!
ResponderEliminarUn abrazo
Lourdes, estos campos que he fotografiado son lugares frecuentes y comunes sin encanto aparente, pero lo tienen, y mucho.
ResponderEliminarUn saludo