Variaciones
Tras la lluvia de abril, las cunetas eran cuencas fluviales donde, como un barco, una hoja surcaba el oleaje de escorrentías y torrenteras. Un zapato abandonado suponía el dique insalvable que desviaba la fuerza de la corriente. Detrás un tropel de ramas, hojarasca y plásticos embarrados esperaban su turno de salida en el disparadero de aquella presa.
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Trae la lluvia de abril cuerpo de cuneta, brazos de corriente, cabeza de barro.
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Barro es abril;
un zapato, la tarde;
el tiempo, la corriente;
una hoja, un barco;
la lluvia, un río.
Eres un hombre muy sensible, con esta entrada tan exquisita, es un placer releerte.
ResponderEliminarMe gustan por igual los tres movimientos de esta microsinfonía. Un esquema a repetir.
ResponderEliminarAbrazos.
Cuerpo de cuneta donde crezca la hierbabuena silvestre para dar aroma fresco a los caminates. Si es que las musas las encuentra uno donde menos se lo espera.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias, Lourdes. Creo que todos somos más o menos sensibles. Todo depende del momento o de que se desee transmitir.
ResponderEliminarLa verdad es que nunca había hecho ninguna "microsinfonía", como tú la llamas, y he de decirte que me ha gustado la experiencia. Lo intentaré repetir.
ResponderEliminarGracias
Tú lo has dichos, las musas te la encuentras en cualquier sitio, aunque son difíciles de ver, las muy joías.
ResponderEliminarGracias, amigo campero.