3.6.10

Maldiciones

Orfeo, al volver la vista, comprobó que todo estaba perdido. Ella se desvaneció en una nube de rostros. Fue demasiado tarde: equivocarse de estación y sin móvil. ¡Acaso los infiernos tuvieran razón!

3 comentarios:

  1. Qué bueno. Un actualizado Orfeo despistado. Me ha gustado.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Es que la vida se nos ha complicado mucho...¿qué hacemos sin móvil?
    Ni Eurídice podrá ayudarlo.

    Besitos

    ResponderEliminar