15.2.10

El puñetero invierno



A este invierno le deben haber pisado el rabo. Ya pronto le levantarán el pie y saldrá despavorido a esconderse tras la parra verde de septiembre, a la espera de que el otoño se despoje de su piel dorada. La primavera, temerosa al escuchar los aullidos desesperados de este demonio de pies blancos y cabeza oscura, permanecerá escondida, pero dispuesta a mostrar de improviso su sujetador verde. Sabe que un día alguien más impetuoso llenará de voz luminosa su corazón adolescente.

Fotografía: "Lluvia sobre el techo de zinc" (Florencia Chihigaren).

8 comentarios:

  1. Cuando saque su sujetador verde, le tocamos las tetas.

    ResponderEliminar
  2. Muy bonita prosa lírica, amigo. Hemos coincidido en el tema de la entrada, nada raro dado el tiempo que hace.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Julio, apúntame a mí también que yo quiero verla. Al escribirlo también estaba pensando en lo único.
    Un abrazo, terremoto.

    ResponderEliminar
  4. Capitán, segun(do).
    Esta semana estamos bien: tú sexando árboles y yo mostrando lencería...
    Un abrazo, que ya nos estamos alterando.

    ResponderEliminar
  5. Gracias, José Miguel. Ahora voy para tu chiringuto...

    ResponderEliminar
  6. Imagino que la primavera, lejos de hallarse temerosa ante los pies blancos, alzaría la voz cadenciosa y frutal. Seguro. Garantizado.

    ResponderEliminar
  7. Miradme, ¿quién le habrá pisado el rabo a este lobo invierno?. Febrero es más corto con sus veintiocho, porque si dura un día más no queda ni can ni gato ni rato en el "buraco". Llegará marzo marzal, por la mañana con cara de rosas y por la tarde con cara de can. Y luego Abril, aguas mil.
    Sugerentes imágenes las de este texto.

    ResponderEliminar