Llegando a los mercados de Fenicia...
¡Cómo no sujetar la mirada desde esa casa y en ese enclave!¿Y qué no arde en estas noches albares? (vamos por escribir un endecasílabo me ha dado).Saludos.
Tú lo has dicho. Es imposible no apuntar con tu cámara sitios como este. El calor, por lo menos, medio nos deja los atardeceres y los atardeceres para disfrutar de la naturaleza. Tiene mucho encanto.Sofía, atrévete a continuar con el poema.
¡Cómo no sujetar la mirada desde esa casa y en ese enclave!
ResponderEliminar¿Y qué no arde en estas noches albares? (vamos por escribir un endecasílabo me ha dado).
Saludos.
Tú lo has dicho. Es imposible no apuntar con tu cámara sitios como este. El calor, por lo menos, medio nos deja los atardeceres y los atardeceres para disfrutar de la naturaleza. Tiene mucho encanto.
ResponderEliminarSofía, atrévete a continuar con el poema.