Cuando se marchite la margarita, engarzaremos a Machado:
Y cuando llegue el día del último vïaje, y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar.
¿Un caracolillo?
¡¡¡Anda que no hay margaritas este año por las cunetas!!!
La única peguita que le pondría yo a esta foto es la fecha de publicación. En esta época del año, la visión de un caracol veteado mueve más a la gula que al deleite estético.
Si te digo la verdad, Sofía, cuando pensé el título también se me vinieron a la cabeza los versos de don Antonio. Parece como si los poetas se apoderasen de las palabras y que, cuando las utilizamos, les debamos un extraño tributo. Tal vez el título hubiera sido "Ligero de equipaje, en alusión a la desnudez del caracol. En cambio, el que propongo va destinado a la flor. Dos perspectivas...
Fernando eres un "caracolicida" además de un infanticida... Los caracoles buenos no proceden de las cunetas, vienen de las ollas humeantes de Casa Diego (esquina Santa Cecilia). Allí nació todo: los caracoles , el "cardito" y las cevezas bien frías. Ojú, qué ganas me han entrado. Esta noche caen.
Cuando se marchite la margarita, engarzaremos a Machado:
ResponderEliminarY cuando llegue el día del último vïaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
¿Un caracolillo?
¡¡¡Anda que no hay margaritas este año por las cunetas!!!
La única peguita que le pondría yo a esta foto es la fecha de publicación. En esta época del año, la visión de un caracol veteado mueve más a la gula que al deleite estético.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mantener el equilibrio para mantener la caricia.
ResponderEliminarBesos
Si te digo la verdad, Sofía, cuando pensé el título también se me vinieron a la cabeza los versos de don Antonio. Parece como si los poetas se apoderasen de las palabras y que, cuando las utilizamos, les debamos un extraño tributo.
EliminarTal vez el título hubiera sido "Ligero de equipaje, en alusión a la desnudez del caracol. En cambio, el que propongo va destinado a la flor. Dos perspectivas...
¡Un saludo desde las floridas cunetas!
Fernando eres un "caracolicida" además de un infanticida...
ResponderEliminarLos caracoles buenos no proceden de las cunetas, vienen de las ollas humeantes de Casa Diego (esquina Santa Cecilia). Allí nació todo: los caracoles , el "cardito" y las cevezas bien frías. Ojú, qué ganas me han entrado. Esta noche caen.
Un abrazo
muy bueno, Virgi, y sutil. Realmente es un verso: "Mantener el equilibrio para mantener la caricia".
ResponderEliminarMe lo apunto.
Un beso