Me gustas cuando exterminas zombis porque estás como ausente y tus ojos, piélagos de cólera, clavan en sus pupilas púrpuras tu ponzoñosa saña.
Volverán los muertos vivientes en tu balcón sus extremidades a colgar, pero aquellos cuyo disparo refrenabas, amada mía, no volverán.
Me gustas cuando perseveras el disparo porque estás como estresada, y tus dedos, torpes bailarines de comedia, se tropiezan airados contra un muro de furia insaciable, y un venero de luz digital chorrea con impudicia por las tripas electrónicas del mal.
Volverán las oscuras gentes a tentar la ingrávida tersura de tus lunares ensangrentados, y con libidinosas ansias recorrerán el tesoro blanco de tus piernas prohibidas.
Me gustas cuando los desprecias porque estás como cansada…
Me gusta esto. Hay que seguir.
ResponderEliminarGenial, vaya , vaya final, escalofriante.
ResponderEliminarun abrazo
Te cagas de bueno; no sé si me explico.
ResponderEliminarDe tonteos nada. Miradme. La etiqueyta no hace justicia a la entrada. El final, de antología.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha gustado tu atrevimiento:Neruda,Becquer,zombies, videojuegos, mormo... No era fácil.
ResponderEliminarCuriosa versión, propia de un dotado talento para la palabra.
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias a todos: Jesús, Ramón, Julio, Juan Antonio, Ruben, Clara.
ResponderEliminar¡Qué bueno!
ResponderEliminarGenial.
Te sonrío.
Me gusta cuando los lobos son buenos y se le retuerce el pescuezo al lenguaje. Neruda Y Bécquer disfrutarían con este homenaje metaliterario. Yo también he disfrutado.
ResponderEliminarPara algunos (si los hubiere) el verso hecho disgusto.
ResponderEliminarPara mí: con mucho gusto.
Como dicen por ahí: de tonteos nada.
Muchas gracias, Shandy y Sofia.
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